lunes, 6 de abril de 2015

Reputación e identidad digital ¿A quién le importa?



En la presente sociedad de la información definida por la generación, la gestión y el uso de datos; los no nativos y nativos digitales se encuentran expuestos ante un gran cúmulo de información disponible en internet.
El universo de esta información la conforman sobre todo contenidos multimedia, textos, sonidos, imágenes y bases de datos, así como datos personales que  contribuyen  a crear nuevas identidades personales en el mundo digital.
La Web 2.0, cuya sociabilidad inició desde los años 90, ha crecido de forma exponencial. Este expansión ha propiciado una evolución en el rol del usuario tradicional de la web; es decir, no sólo es consumidor de información, también es participante, gestor, generador  y comunicador de datos.
Sin embargo, un gran sector de usuarios de la web 2.0 no necesariamente saben utilizar las nuevas tecnologías. Es decir, carecen de habilidades digitales que constituyen hoy en día competencias imprescindibles para el ciudadano del siglo XXI. Para el caso: la competencia de gestionar con ética, eficacia y eficiencia la propia identidad digital.
La identidad digital se constituye por todo aquello que nos identifica como individuos en el entorno web, misma que unifica la esfera personal y virtual.
En el contexto de la Red, el usuario está expuesto a la investigación de su  reputación digital, ya que esta es posible de ser identificada, extraída, clasificada y analizada. Dicha indagación se realiza con herramientas tecnológicas de vanguardia muy precisas, que revisan los siguientes datos:
reputación digital.png
Un aspecto importante dentro de la metodología de la indagación de la reputación digital u online de un individuo, consiste en denotar que para el investigador, el acceso a los contenidos no es lo primordial, sino al sentido y significación que  el propio usuario les otorga. De ahí que la información que genere el sujeto en la red, puede favorecer, o no,  a su propia reputación digital.
Finalmente la representación del “ yo digital” en la web, en tanto identidad digital, supone hacer un uso responsable y ético de todos y cada uno de los contenidos a utilizar desde las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

En breve: la evaluación de la reputación digital, es un asunto de importancia mayúscula no sólo para terceras personas, también es un asunto esencialmente personal.